Argentina bajo fuego: Gobierno de Milei desató una feroz represión en nueva marcha de jubilados
La manifestación de hinchas y distintos sectores sociales junto a los jubilados terminó con un centenar de personas detenidas y manifestantes heridos de gravedad por la represión de la policía y la gendarmería.
Desde Buenos Aires, Alejo Spinosa
Este miércoles, hinchas de diferentes clubes de fútbol de Argentina se movilizaron al Congreso de la Nación junto a sindicatos y agrupaciones políticas para acompañar a los jubilados en su reclamo frente al ajuste del gobierno de Javier Milei. La marcha resultaba inédita por la unidad de los distintos espacios, por lo que el gobierno buscó impedir que se llevara cabo y llevó adelante una brutal represión que culminó con el fotógrafo Pablo Grillo herido de gravedad debido a un tubo de gas lacrimógeno que le disparó la policía. Al cierre de esta nota, el reportero gráfico se encontraba peleando por su vida luego luego de ser intervenido en el Hospital Ramos Mejía por lesiones en el cráneo.
La movilización estaba convocada para las 17 hs alrededor del parlamento, pero la fuerte presencia policial impidió que los manifestantes que caminaban por Avenida de Mayo pudieran avanzar. En cuestión de minutos, lo que iba a hacer una marcha pacífica se convirtió en un caos en el que se observaban adultos mayores tirados en el piso y manifestantes de todos los sectores recibiendo golpes y gases lacrimógenos por la policía y la gendarmería.
Desde el inicio de la jornada los cánticos de los hinchas apuntaban al accionar policial, dado que las marchas de los adultos mayores se realizan desde hace un año y en las últimas semanas fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. En esta ocasión, se llegó a escuchar el famoso canto “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, símbolo de la crisis del 2001. Luego, los canales de televisión solo mostraron una inusitada violencia: camiones hidrantes, un patrullero incendiado y manifestantes heridos.
La ministra de Seguridad Patricia Bullrich (quien integró los gobiernos de Fernando De la Rúa y Mauricio Macri), justificó la represión deliberada al señalar que el fotógrafo herido de gravedad “es un militante kirchnerista y está detenido”, cuando las imágenes muestran que Pablo Grillo estaba registrando los hechos al momento de recibir el disparo de la policía. Por su parte, para el jefe de Gabinete Guillermo Francos la marcha “fue un intento de desestabilizar al gobierno”.
Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), registraron más de 60 detenciones arbitrarias, dos menores de edad alcanzados por gases y una jubilada de 87 años con traumatismo. A su vez, indicaron que “el gobierno resucita la narrativa del golpe de estado para justificar una represión feroz y una escalada de violencia que empezó ayer con las amenazas de la ministra Bullrich” y que las personas detenidas son trabajadores de prensa, integrantes de organizaciones sociales, políticas y sindicales.
Por otro lado, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires y principal referente de la oposición, Axel Kicillof señaló: “mientras un fotógrafo lucha por su vida, los voceros del gobierno mienten, justifican la violencia y difunden el odio. Hay que ponerle un límite urgente a este desenfreno autoritario”.
En el palacio, también la violencia
Mientras en las calles se llevaba adelante la represión contra los jubilados e hinchas, la Libertad Avanza impidió que en la Cámara de Diputados se debatiera la derogación de las facultades delegadas al presidente de la Nación. El peronismo había conseguido juntar los 129 diputados necesarios para iniciar el debate, pero una pelea provocada por diputados del oficialismo impidió que esto sucediera.
Los diputados libertarios Lillia Lemoine, Lisandro Almirón y Celeste Ponce, agredieron a sus ex compañeros de bloque (que ayudaron a dar quórum al peronismo) Oscar Zago, Marcela Pagano y Rocio Bonacci, con el objetivo de que estos últimos dejen sus bancas y así impedir que se consiga el número necesario para sesionar. Este hecho fue aprovechado por el presidente de la Cámara, Martín Menem, para levantar la sesión.
En medio de golpes, gritos e insultos, dentro del recinto, los diputados de la oposición se dirigieron a Menem para criticar su accionar. “Vos no podes ser presidente de la Cámara”, le señalo el diputado de Unión por la Patria Máximo Kirchner, mientras el presidente del cuerpo se retiraba y daba por terminada la sesión.