Darío Quiroga y acto por 50 años del Golpe en La Moneda: “Es de una pobreza franciscana”
El sociólogo e integrante de “La Cosa Nostra” aseguró que existió “temor” en la administración del presidente Gabriel Boric a la hora de realizar un acto masivo. “Este Gobierno tiene buenas intenciones pero le falta consistencia. Y el que crea que se puede avanzar en este tema sin pagar costos está equivocado. Tienen que estar disponibles a pagar esos costos o a no hacer nada”, aseguró.
Por: Jimena Améstica
“A mi juicio hubo malas tomas de decisiones”, aseguró el sociólogo Darío Quiroga sobre la gestión del Gobierno en la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado. El panelista de “La Cosa Nostra” insistió en que el “error” de la administración del presidente Gabriel Boric fue “conceptual” y que existió “temor” a la hora de realizar un acto masivo y significativo.
No obstante, en conversación con El Arrebato reconoce que el escenario político y social “estaba muy complicado” en concreto por tres variables. “Si uno analiza venimos de tres olas en los últimos años. La primera, el estallido social; la segunda, la pandemia; la tercera, la crisis económica. Y con todas esas variables cruzadas el tema de los 50 años parece como anacrónica y eso es parte de lo que está”, comentó.
“Ahora, creo que hubo un error conceptual de parte del Gobierno. Primero de suponer que era posible definir una mirada de Estado respecto a los 50 años. Si bien, no creo que haya que renunciar a generar conceptos sociales, creo que esos se generan por arriba, en la clase política. Y lo que sucede es que para un sector de la clase política la herencia del golpe le ha sido funcional en los últimos años“, reparó, acotando que “en realidad, han sido legítimos herederos de eso y han gozado de sus beneficios”.
La posición de los sectores de derecha y la ultra derecha era “muy visible” insiste el sociólogo, asegurando que estaba sobre la mesa “hace un año y medio y era muy visible desde el 4 de septiembre pasado”.
Por lo mismo, considera que con una “estrategia incorrecta” se avanzó de forma permanente a “los bandazos. Querían hacer cosas de Estado y no pasó nada. Se volcaron en un minuto para hacer cosas para el mundo de los Derechos Humanos y después ya tenían susto porque la derecha pasó a la ofensiva“, planteó.
Y en la misma línea replicó que finalmente se terminó “haciendo algo muy pobre. El acto en La Moneda es de una pobreza franciscana, es encerrarse. No fuiste capaz de hacer un acto de masa. Si no querías hacerlo en la calle, entonces hazlo en el Estadio Nacional”.
Sobre las razones, Quiroga desestimó eventuales complejidades en la gestión de las actividades, sino que aludió la forma en que se terminó concretando la conmemoración a una cuestión de “temor”.
“Fue temor. Habían pensado en un acto masivo. De hecho había hasta pasajes comprados de artistas internacionales que iban a venir, de un acto que iba a realizarse este sábado 9 y que lo echaron para atrás. Pero más allá del acto, me parece que hay un diseño confuso inicial que no se sostiene después de una serie de acciones sin contexto”, agregó.
Como ejemplo, recordó el momento en que Chile Vamos se retiró de la Mesa de Seguridad Pública encabezada por el Ministerio del Interior como manifestación de desacuerdo con los indultos entregados por el presidente Boric a los presos del Estallido Social.
“Basta que suba el tono a la derecha (…) sabe que si empuja mucho lo botan, la derecha se desquita (…) entonces, el problema es que al interior del propio Gobierno nunca hubo esa conversación profunda ni una toma de deciones”, insistió.
RELATIVIZAR LAS VIOLACIONES A LOS DD.HH.
La justificación a las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura también ha sido el centro de la discusión desde que comenzó la planificación del acto de conmemoración de este 11 de septiembre.
Consultado si la impunidad y la tardanza en el inicio de juicios a los militares hizo efecto en masificar la relativización de estos actos en la opinión pública, Quiroga reafirma que es un “cúmulo de cuestiones” por lo que se debe “hacer el ejercicio de qué cosas se hicieron y cuáles se dejaron de hacer en treinta años a distinto nivel”.
“Desde algo nítido como ciertos niveles de impunidad. Uno puede decir que hoy hay hartos militares condenados, pero lo han sido a 30, 40 y 50 años después de haber cometido el crimen, entonces también ahí hay algo. Pero existen otras cosas como la forma en abordar el currículum de los colegios ¿estudian los cabros cosas de este tipo?”.
“Hay una serie elementos que tienen que ver no solo con la respuesta política, sino que social, cosas que no se implementaron. Yo creo que puede ser tarde, pero siempre hay que iniciar y por lo tanto, ahora hay que mirar cómo en estos 50 años inicias una agenda para ir mirando esto. Pero eso implica mucha convicción porque los ejercicios de memoria son difíciles de sostener, porque son cansadores”, planteó.
Sobre ello, calificó como “interesante” el Plan Nacional de Búsqueda de Verdad y Justicia sobre los detenidos desaparecidos, pero advirtió que no solo debe tratarse solo de un anuncio del presidente Boric.
“No pueden tener una oficina pequeña, una agenda liviana y un presupuesto de 300 millones al año. Yo creo que no. Si lo vas a hacer, hazlo enserio. Si te vas a gastar lucas y te van a criticar porque te estás gastando el equivalente, por ejemplo, a cinco Teletones. Bueno, la memoria en Chile si tienes la convicción te las gastas. Este Gobierno tiene buenas intenciones pero le falta consistencia. Y el que crea que se puede avanzar en este tema sin pagar costos está equivocado. Tienen que estar disponibles a pagar esos costos o a no hacer nada”, cerró.