“No puedes bajar los brazos”: el mensaje de Kathy Hurtado a mujer presa por disparar al abusador de su hija

Yezenia Azócar está cumpliendo una pena de ocho años de cárcel por homicidio frustrado en contra de su ex pareja, Cristóbal Pailaqueo Vega. Meses después de lo ocurrido, el sujeto fue condenado a 18 años por los delitos de abuso sexual y violación de la niña. Distintas agrupaciones han exigido la libertad de la joven e insisten en que la Justicia debe operar en este caso con perspectiva de género.

Por Redacción El Arrebato

Valparaíso.- En enero de 2023 Yezenia Azócar tenía 25 años cuando fue acusada de dispararle a su ex pareja, Cristóbal Ignacio Pailaqueo Vega, después de descubrir que había abusado reiteradamente de la hija de ambos cuando tenía 7 años. Diez meses después el Tribunal Oral en lo Penal de San Antonio la condenó a ocho años de prisión por homicidio frustrado, violación de morada, porte ilegal de armas y porte ilegal de municiones, pena que se encuentra cumpliendo actualmente en la cárcel de Valparaíso.

Durante todo el proceso la defensa de la joven remarcó que “ella se entera por su propia hija que esta había sufrido abusos sexuales reiterados perpetrados por su padre, ex pareja de Yesenia, por lo cual decide realizar una denuncia el 18 de enero del 2023. La madrugada del 19 de enero, ingresa a la casa del agresor y luego de un forcejeo se produce el hecho”.

Finalmente, el sujeto fue procesado por esta denuncia y fue condenado a 18 años de cárcel en junio de 2024 por los delitos de abuso sexual y violación de la niña.

El caso ha movilizado diferentes acciones de apoyo, entre ellas, la de Kathy Hurtado, quien fue indultada recientemente tras ser condenada por parricidio en Calama, Región de Valparaíso: se defendió de una agresión sexual y un ataque femicida por parte de su ex pareja.

Hurtado envió una carta a Azócar donde la instó a no “bajar los brazos”.

“Yo había perdido la fe, la esperanza. Cuando aparecieron las redes para apoyarme todo cambió, volví a tener fuerzas y ganas de seguir adelante. A veces decaía, pero siempre había alguien para decirme ‘no, no puedes bajar los brazos, afuera hay muchas mujeres ayudando y haciendo mil cosas para sacarte de aquí’. Y eso de verdad te reconforta y llena tu corazoncito de esperanza y amor. Le mando un abrazo gigante y que siga adelante por su hija”, le escribió.

Distintas organizaciones continúan exigiendo la liberación de Azócar apelando a que se trató de un hecho de autodefensa y que la Justicia debería operar con perspectiva de género. Desde la Fundación Pájarx Entre Púas, dedicada a prestar apoyo a mujeres privadas de libertad replicaron que “el Estado debe hacerse cargo“ del “porqué tantas mujeres llegan a la cárcel, que la mayoría de las veces tiene que ver con situación de violencia, con situación de pobreza, con falta de oportunidades e incluso con explotación criminal (…) porque además eso está haciendo que muchas infancias estén hoy en abandono”.