El Arrebato

Periodismo desde las Entrañas

El metro como escenario de la desesperanza : suicidio juvenil, cuidados y salud mental en Chile

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Por Sofía Varas Rojas

Socióloga, terapeuta holística y especialista en Salud Mental Comunitaria

En Santiago, el sonido metálico de los trenes del Metro se ha vuelto parte de nuestra cotidianidad urbana. Pero hay otro sonido que ya forma parte de la memoria colectiva de los trabajadores y usuarios: el anuncio frío de “código Sigma”. Cada vez que esa frase se escucha, sabemos que alguien –casi siempre joven– ha decidido arrojarse a las vías.

No es solo un dato estadístico: es una escena que se repite semana tras semana y que expone una herida abierta en nuestra sociedad. Chile enfrenta una crisis de salud mental sin precedentes, especialmente entre los jóvenes de 15 a 24 años, donde el suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte (Ministerio de Salud [MINSAL], 2024).

Esta columna busca abrir un debate necesario: ¿cómo hemos llegado a este punto? ¿Qué nos dice esta crisis sobre el desgaste del cuidado, la fragilidad del soporte comunitario y la urgencia de un modelo de Psiquiatría Comunitaria que integre a quienes sostienen, muchas veces en silencio, el peso de esta tragedia, incluidos los trabajadores del Metro de Santiago?

UNA HERIDA GENERACIONAL: EL SUICIDIO JUVENIL EN CHILE

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE, 2024) y el MINSAL (2024) reportan que, desde 2021, el suicidio se mantiene como la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 24 años, solo por debajo de los accidentes de tránsito, y en varias comunas urbanas ya se posiciona como la primera causa.

El Departamento de Epidemiología del MINSAL (2024) señala que la tasa de suicidio juvenil en Chile alcanzó los 12,8 por 100.000 habitantes entre 15-19 años y 15,4 en el grupo de 20-24 años, cifras que superan el promedio latinoamericano (Organización Panamericana de la Salud [OPS], 2023).

Estas cifras revelan no solo un problema sanitario, sino un síntoma social. Las investigaciones en sociología del cuidado (Tronto, 1993; Pérez Orozco, 2014) indican que el aumento del suicidio en jóvenes está vinculado al debilitamiento de los soportes comunitarios, el desgaste emocional de las familias, la precariedad económica y la insuficiencia de servicios públicos de salud mental.

EL METRO COMO ESCENARIO DE LA DESESPERANZA

El Metro de Santiago, con más de 2,5 millones de viajes diarios, se ha convertido en un lugar de alta incidencia de intentos de suicidio.

Cada “código Sigma” no solo interrumpe el tránsito de la ciudad: hiere profundamente a los conductores, operadores de estación, personal de seguridad y pasajeros que presencian el hecho.

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El sindicato de trabajadores del Metro ha denunciado en diversas ocasiones la ausencia de protocolos adecuados de contención emocional y apoyo psicológico para su personal. Conductores que han vivido más de un “código Sigma” reportan síntomas compatibles con estrés postraumático, ansiedad y depresión (Sindicatos Metro, 2023).

En palabras de una operadora entrevistada en un reportaje de El Desconcierto (2023):

“Uno no olvida la cara de los chiquillos. Cierras los ojos en la noche y vuelve la imagen. Al otro día tienes que volver a conducir el tren como si nada”.

El Metro, que es símbolo de modernidad y movilidad, se ha transformado en escenario de la desesperanza, evidenciando el vacío de políticas públicas que integren la salud mental de los trabajadores de transporte con la prevención del suicidio juvenil.

CRISIS DE LOS CUIDADOS: EL HILO INVISIBLE QUE SE ROMPE

La crisis de los cuidados (Fraser, 2016) se refiere a la tensión entre las demandas de cuidado (emocional, social, sanitario) y la insuficiencia de los sistemas que deberían sostenerlas.

En Chile, la familia se ha sobrecargado históricamente con el peso del cuidado, mientras el Estado delega lo que debería ser responsabilidad pública. Esto se evidencia con la falta de psicólogos y psiquiatras comunitarios en atención primaria: según el MINSAL (2023), hay menos de 1 psiquiatra infanto-juvenil por cada 100.000 habitantes en el sistema público, y las listas de espera superan los 6 meses en algunas regiones.

El sociólogo Byung-Chul Han (2022) describe cómo el neoliberalismo erosiona el tejido comunitario, generando individuos aislados que llevan solos sus cargas emocionales. Esta soledad social se intensifica entre adolescentes y jóvenes, quienes encuentran pocas redes de apoyo en su entorno inmediato.

PSIQUIATRÍA COMUNITARIA: UNA NECESIDAD IMPOSTERGABLE

Frente a esta realidad, la Psiquiatría Comunitaria emerge como una estrategia urgente. Este enfoque busca desmedicalizar el sufrimiento social, fortaleciendo la prevención, el acompañamiento comunitario y el trabajo interdisciplinario en barrios, escuelas y transportes públicos.

El Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025 (MINSAL, 2017) reconoce la importancia de fortalecer los Centros Comunitarios de Salud Mental (COSAM), pero su implementación ha sido fragmentada y con escasa inversión.

Para el contexto actual, proponemos:

Equipos de intervención en crisis permanentes en estaciones con alta incidencia de intentos de suicidio.

Programas de apoyo psicológico y psiquiátrico para trabajadores del Metro y familiares de víctimas.

Campañas comunitarias en liceos y universidades para detectar señales de riesgo suicida.

Vinculación activa entre COSAM, Metro y organizaciones sociales para construir entornos de cuidado.

Autores como Desviat (2020) y Saraceno (2018) advierten que la salud mental no puede depender solo de hospitales psiquiátricos, sino que debe fortalecerse en redes territoriales y preventivas.

UN PAÍS QUE NO CUIDA, UNA JUVENTUD QUE NO SE SIENTE SOSTENIDA

La repetición de “códigos Sigma” nos interpela como sociedad: no basta con lamentar cada muerte; debemos interrogar el tejido social que hace posible estas decisiones extremas.

Las y los jóvenes enfrentan desigualdades estructurales, sobrecarga académica, incertidumbre laboral, crisis climática y fragmentación familiar. En este contexto, el Metro aparece como un espacio simbólico de cruce entre la vida y la muerte, entre la urgencia de llegar al trabajo y el vacío existencial.

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A su vez, los trabajadores del Metro quedan atrapados en un rol que no eligieron: testigos forzados de tragedias que afectan su propia salud mental y que raramente son consideradas en los debates públicos.

SALUD MENTAL COMO DERECHO Y COMO TEJIDO SOCIAL

Esta columna propone mirar la salud mental como un derecho colectivo y no solo como un problema médico. La Psiquiatría Comunitaria no es una utopía; es una condición necesaria para abordar esta crisis que atraviesa transporte, trabajo y juventud.

Asimismo, urge un cambio cultural en torno al cuidado, entendido no solo como atención clínica, sino como redes afectivas y sociales que sostienen la vida cotidiana (Pérez Orozco, 2014).

El suicidio juvenil en el Metro de Santiago es el síntoma visible de un sistema que descuida tanto a quienes deciden morir como a quienes deben seguir conduciendo el tren.

En conclusión, cuando vuelve a escucharse “código Sigma”, no solo muere una persona: muere un poco más nuestra capacidad colectiva de sostenernos unos a otros.

Chile necesita avanzar hacia un nuevo pacto social por el cuidado y la salud mental, donde la prevención, el acompañamiento comunitario y el apoyo a los trabajadores sean ejes fundamentales.

La Psiquiatría Comunitaria no puede seguir siendo un anexo del sistema sanitario; debe convertirse en un pilar estratégico de las políticas públicas.

El Metro, como espacio que conecta la ciudad, podría también convertirse en un símbolo de contención y esperanza, si se le dota de equipos y políticas que reconozcan el valor de la vida y el dolor de quienes día a día enfrentan esta crisis silenciosa.

REFERENCIAS

Byung-Chul Han. (2022). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder.

Desviat, M. (2020). La salud mental en la encrucijada: crisis, psiquiatría comunitaria y democracia. Madrid: Catarata.

Fraser, N. (2016). Contradicciones del capital y los cuidados. Madrid: Traficantes de Sueños.

Ministerio de Salud de Chile. (2017). Plan Nacional de Salud Mental 2017–2025. MINSAL.

Ministerio de Salud de Chile. (2023). Informe sobre recursos humanos en salud mental. Departamento de Salud Mental, MINSAL.

Ministerio de Salud de Chile. (2024). Epidemiología del suicidio en Chile, informe 2024.

Metro de Santiago. (2024). Memoria Anual 2024.

Organización Panamericana de la Salud. (2023). Prevención del suicidio en las Américas: situación y desafíos. OPS.

Pérez Orozco, A. (2014). Subversión feminista de la economía. Aportes para un debate sobre el conflicto capital-vida. Madrid: Traficantes de Sueños.

Saraceno, B. (2018). La salud mental en el mundo: hacia un abordaje comunitario. Milán: Il Pensiero Scientifico.

Sindicato de Trabajadores de Metro de Santiago. (2023). Declaración pública sobre apoyo psicoemocional ante emergencias.

Tronto, J. (1993). Moral Boundaries: A Political Argument for an Ethic of Care. Nueva York: Routledge.

El Desconcierto. (2023, 12 de agosto). “Conductores del Metro: el trauma invisible de los códigos Sigma”. El Desconcierto.

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