“Eran niños que les caían bombas mientras dormían en sus tiendas de campaña”: el relato de una pediatra en medio del genocidio en Gaza

“Nada de lo que escribo aquí podría resumir por completo el devastador catálogo de atrocidades ocurridas en Gaza en los últimos 20 meses. Estas cifras e historias deberían indignar a cualquiera y obligarlo a actuar. Sin embargo, la falta de acción es absolutamente aberrante”, aseguró la doctora Tanya Haj-Hassan.
Por Redacción El Arrebato
La doctora Tanya Haj-Hassan, médica intensiva pediátrica relató su estadía en Gaza como parte de un equipo médico de Ayuda Médica para los Palestinos. En medio del genocidio perpetrado por Israel, la profesional habló sobre el último gran hospital en funcionamiento en el sur de Gaza, el Hospital Nasser y el asedio que ha sufrido por parte de las fuerzas militares de Tel Aviv.
“Los tanques se han acercado al lugar. Se han emitido órdenes de desplazamiento forzoso. Hay cientos de pacientes dentro, incluyendo docenas en cuidados intensivos. Entre los médicos exhaustos que se quedan para atender a los pacientes se encuentran colegas con los que trabajé hace unos meses, cuando fui voluntaria allí”, contó a The New Statesman.
La pediatra recordó el 23 de marzo, luego de que Israel rompiera el alto al fuego y bombardeara el centro asistencial mientras atendía a decenas de niños heridos por ataques aéreos militares.
“Sin previo aviso, una enorme explosión sacudió el edificio (…) un crimen de guerra a plena vista (…) todo el mundo estaba en pánico. A medida que las ambulancias y los carros tirados por burros con heridos empezaban a llegar en masa, nuestra sala de urgencias y la unidad de cuidados intensivos pediátricos estaban desbordadas. Muchos de los pacientes que atendí eran niños a quienes les cayeron bombas mientras dormían en sus tiendas de campaña. En las primeras dos horas, al menos 76 heridos fueron trasladados directamente a la morgue, muertos al llegar. Más tarde supimos que al menos 183 niños murieron en ataques militares israelíes tan solo ese día“.
Haj-Hassan, contó que algunos de los niños que vio “tenían heridas que jamás podrían sobrevivir. Otros se hubieran podido salvar con los recursos necesarios, pero nosotros tuvimos escasez de todo. Recuerdo sus caras, sus pendientes, sus dos primeros dientes (…) recuerdo a una bebé, que aún no había cumplido un año, que trajo su tío. Tenía múltiples perforaciones intestinales, hemorragia renal y una inflamación cerebral tras el impacto de las bombas israelíes en su casa. Su madre murió y su padre resultó herido en el mismo ataque. Unos días después de la cirugía que le salvó la vida, su primera y única palabra repetida fue “mamá”.
“Otra niña, de unos cinco años, tenía la palabra “desconocido” escrita en el abdomen; ningún familiar la había acompañado. Tenía una hemorragia grave en el bazo, múltiples perforaciones intestinales y metralla atravesándole el cerebro, lo que le provocó parálisis en un lado del cuerpo”, contó, hablando también de un niño de unos seis años que “tenía una arteria de la pierna seccionada y sufría una hemorragia cuando lo atendimos. Tenía el pie aplastado y pensamos que podría tener una lesión cerebral. Todos sus hermanos murieron menos una hermana”.
Otros pacientes adultos, aseguró, habían sido heridos “por disparos directos de francotiradores en la cabeza o el pecho, y casi todos presentan desnutrición aguda. Mientras tanto, los bebés del departamento de neonatología corren el riesgo de morir de hambre, ya que el hospital se queda sin leche de fórmula infantil esencial, cuya entrada sigue prohibida por Israel“.
“Nada de lo que escribo aquí podría resumir por completo el devastador catálogo de atrocidades ocurridas en Gaza en los últimos 20 meses. Estas cifras e historias deberían indignar a cualquiera y obligarlo a actuar. Sin embargo, la falta de acción es absolutamente aberrante“, replicó.
“El sistema de salud de Gaza ha sido sistemáticamente destruido por el ejército israelí”, añadió, nombrando los bombarderos al Hospital de la Amistad Turco-Palestina, el único centro oncológico de Gaza; además del cierre obligado del Al Amal y el Hospital Europeo de Gaza. La situación es crítica, aún más en el norte de Gaza y en Rafah donde actualmente no hay hospitales en funcionamiento.
“Nos negamos a permitir que estas atrocidades pasen desapercibidas. Nos negamos a aceptar un mundo en el que los palestinos se vean obligados a soportar esta pesadilla en silencio“, cerró.