El Che de los Gays y “Las locas del 73”: “Sigue la desidia, el estigma y este documental actúa como una caja de resonancia”
El periodista y activista homosexual Víctor Hugo Robles Fuentes, más conocido como El Che de los Gays conversó con El Arrebato sobre su documental junto a Carolina Espinoza: “Las locas del 73”. La película reunió por primera vez los relatos de las protagonistas de la primera manifestación por la diversidad sexual en Chile y reveló testimonios sobre las violaciones a los derechos humanos sufridas por la comunidad durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet. Además de repasar parte de su trabajo investigativo y de sus principales intervenciones de protesta en el mundo político, confirmó la publicación de un nuevo libro: “Las viudas odiosas de Lemebel”.
Por Jimena Améstica Zavala
¿Por qué hacer este documental “Las locas del 73” y por qué reeditar “Bandera Hueca”?
“Las locas del 73” está muy emparentado con el libro “Bandera hueca, historia del movimiento homosexual en Chile”. En los noventa me estaba asumiendo homosexual y tenía el deseo de politizar mi homosexualidad. Era muy dificil transitarla al principio por el bullying. Pero como decimos nosotras las locas: “dura pal concurso”, ganó la homosexualidad y el deseo de ser lo que uno es. Y aquí estoy.
Tu inicio fue con el Movilh Histórico…
En el año 90 supe del Movilh, cuando era un grupo clandestino. Siempre estuvo el ala más conservadora de Rolando Jiménez y la más artística, cultural, radical y provocativa. Por eso nosotros nos llamamos integrantes del Movilh histórico. En el 97 me retiré y comencé mi propio camino. Mi gran laboratorio fue el programa “Triángulo Abierto” de homosexuales y lesbianas y después incluimos a las trans emitido por la feminista Radio Tierra. Es una pieza clave, fue articulador de la respuesta política y cultural de la época y un agitador por la derogación del artículo 365 del Código Penal que castigaba con cárcel las relaciones sexuales entre hombres. Y era bien puntudo para la época.
Cuéntanos sobre esa intervención con la “bandera hueca” en el congreso del Partido Socialista…
Yo me metía en cada evento político para preguntarles lo mismo, qué opinaban de que los homosexuales se organizaran. En eso irrumpí en un congreso del Partido Socialista para entregar una carta. Mientras hablaba la señora Tencha, me colé, le pasé una carta a Danielle Mitterrand para que nos diera su apoyo, la ex primera dama de Francia y desplegué una bandera chilena con un hoyo simbolizando la lucha homosexual. La dejé y me fui cascando. Hasta ahora ando buscando la bandera, no sé donde quedó. En algún lugar debe estar y quiero recuperarla para entregarla al archivo de las disidencias del Museo de la Memoria.
Es un libro especial para ti…
No hay otros libros sobre la lucha homosexual organizada. Y queda mucho por escribir, por eso lo reedité. Hemos presentado el libro en muchas partes. No tiene capítulos nuevos, pero está ampliada y actualizada. Lo presenté en 2008 y empezó a circular súper bien hasta que en 2009 el Movilh de Rolando Jiménez emitió un documento que se llamó “necesarias precisiones en torno al libro Bandera Hueca”. Me acusaron de visceral, de persecución. Y que todo lo que movía el libro era maldad. Yo creo que ya es momento de que Rolando Jiménez cuente su historia, su verdad y nos diga cuál cree él que es el aporte que ha hecho al movimiento homosexual.
En ese proceso de activismo e investigación nos contabas que escuchaste sobre la primera manifestación homosexual en Chile
Entré a estudiar periodismo en la Arcis. El 93 apareció la posibilidad de tener nuestro programa en la Radio Tierra. Y fue por ahí que escuché este dato de la primera marcha homosexual en tiempos de Salvador Allende. Empecé a investigar, buscando periódicos. Y en dos años di con la revista Paloma donde aparecía una nota con la fecha: 22 de abril de 1973. Vuelta loca volví a los diarios nacionales y estaba en todas la portadas de la época, pero claro con titulares homofóbicos y discriminadores.
Después de todas las entrevistas que realizaste y de conocer los detalles de la protesta del 73. ¿Cómo los valoras tomando en cuenta el tema de la represión de la época?
Di con las protagonistas de la protesta, di con testigos. Y con Carolina Espinosa nos decidimos a hacer la película. Aparece “La Medallita” que fue la organizadora de la protesta. Ella es la película. También Marcela Di Monti que es vecina de mi barrio. Fue algo que nos nació del alma, del cuerpo, de nuestra sangre y de la lucha. Aparecen por primera vez los testimonios que relatan cómo fue la primera protesta y son también testimonios vivos de personas que conocen a integrantes de la comunidad que fueron víctimas de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Lo presentamos en el Museo de la Memoria el 2023. Y empezó a circular la historia, a otros les empezó a dar sentido. “Teatro Sur” de Ernesto Orellana escribió una obra donde colaboré en algunos ensayos. El punto de origen de todo fue el libro “Bandera Hueca”. Lo importante es el trabajo ético de la política homosexual, donde hay que involucrar a los protagonistas. Porque el objetivo es luchar por una reparación histórica. Estamos haciendo memoria y el principio ético es lo primero que se debe respetar.
De todo este trabajo de investigación, cuáles fueron los relatos o episodios que más te impactaron o que destacarías
Es otra mirada del Golpe. Es un hecho político. Es la primera protesta, algo muy importante que viene a marcar el inicio de las luchas homosexuales. Seguramente vendrá otra gente y yo los invito a trabajar con estos materiales, pero siempre respetando a las vivas. Aquí hay gente que sobrevive y las verdaderas dueñas de esta historia son ellas. Nuestra película se hizo en base a pura autogestión y siempre hemos querido que se armen debates y foros. Por eso no está publicada en internet, porque nos interesa conversar con la gente. Nuestra historia no parte ni con Movilh ni con Iguales, tiene 51 años y todos somos parte.
En la película “La Medallita” y Marcela Dimonti piden reconocimiento y reparación histórica al Estado por las “torturas y humillaciones” que sufrieron en esa época. ¿Cuánto falta para eso y de qué depende?
No hemos visto del Gobierno hechos concretos. No hay ningún proyecto que avance. En la práctica nuestras compañeras siguen buscando trabajo y no les dan. Y lo que más me ha impactado de los testimonios del documental es lo que tiene que ver con los derechos humanos. ¿Por qué si existen nombres y relatos no hay investigaciones? ¿Por qué no se arma una mesa? Queremos que se avance en una ley de reparación para las adultas mayores, las chiquillas se están muriendo. No hay mesa de trabajo para esto. Sigue la desidia, el estigma y el documental actúa como una caja de resonancia, porque el documental está vivo, las protagonistas están vivas. Pero mi mirada es pesimista. No creo que se vaya a presentar una ley de reparación. Pero esto hay que plantearlo.
Tocas también el tema del trabajo sexual. ¿Cómo ves ese aspecto y según tu experiencia cómo crees que lo ve la comunidad?
Sobre eso hay una discusión pendiente. No soy abolicionista y estoy por la regulación. Pero es importante denunciar que este Gobierno que en su programa promete esta regulación, en distintos encuentros han señalado que lo cumplirán recién el 2027. Ha habido bastante poca sororidad, los colectivos de las trabajadoras sexuales han sido muy discriminados, tienen muy poco espacio. Hay que cooperar para que haya más dignidad, que no exista violencia por parte de la policía, de los proxenetas, los clientes, de las organizaciones de trata. Hay algo pendiente.
Sobre el VIH/SIDA, tu trabajo de difusión al respecto es amplio.
Es una deuda pendiente. Se cumplieron 40 años del primer caso. El estigma permanece, pero hemos avanzado a pasos agigantados, tenemos medicación para todos. Yo vengo de una época donde no había medicación para todos y muchos amigos míos murieron. Y yo estoy vivo porque la terapia de una persona que murió, de Edmundo Rodríguez, las pastillas de él me las pasaron a mí. Es muy triste esa época.
¿Qué pasa con las campañas de prevención del Estado? ¿Seguimos ligados al conservadurismo en cuanto a educación sexual?
El Estado de Chile está en deuda. Y este Gobierno no ha estado a la altura y ha sido criticado por todas las organizaciones, incluso las ligadas al mismo Gobierno, porque se desconocen los desafíos de la diversidad sexual y de quienes vivimos con VIH. La última terapia, por ejemplo, inyectable que la aplicas cada dos meses sólo está disponible en el Hospital Militar. Hay una campaña que tiene un impacto muy menor en Instagram. En nuestro programa yo hablo de VIH toda la semana, pero no recibimos el respaldo que nos merecemos como organizaciones por el aporte a Chile y a la salud pública. Debe ser porque no comulgo con las ideas de Gobierno. No me quejo necesariamente porque son las reglas del juego, pero pucha que es injusto el mundo. Pero estamos en la lucha.
¿Y qué se viene ahora? Nos contabas sobre Lemebel que justamente está de cumpleaños este 21 de noviembre
Vamos a publicar un libro conmemorativo de los diez años de su partida: “Las viudas odiosas de Lemebel”. Somos un grupo de locas, de travestis, homosexuales y lesbianas que recordamos, homenajeamos lo que quisiera decir, sentir, pensar, oír o culear Pedro Lemebel. Eso mismo reclamaba Alfredo Castro que dijo: ‘Hasta cuándo las viudas odiosas de Lemebel van a decir lo que el Pedro diría’. Encontré tan bonito ese nombre que lo tomé como propio. Así que anuncio acá que ya se viene pronto: “Las viudas odiosas de Lemebel”, escrito por el Che de los Gays y editado por Siempre Viva Ediciones.