Científicos de la Basura: informe reveló que playas de Perú, el norte de Chile, Colombia y Rapa Nui están entre las más contaminadas de Latinoamérica

Los resultados de la investigación derivaron del trabajo de más de mil voluntarias y voluntarios que durante 2024 recorrieron 179 playas de diez países. El estudio destacó que la mayor parte de la basura se acumuló en la parte superior de las playas, lejos de la línea del agua, lo que refuerza su origen mayoritariamente local, asociado a actividades humanas como el turismo, el comercio, la pesca y la acuicultura. Y si bien, la abundancia promedio de basura disminuyó entre 2021 y 2024, la contaminación sigue presente en prácticamente toda la región.
Por Redacción El Arrebato
La basura sigue estando presente en casi todas las playas del Pacífico latinoamericano. Así lo confirman los resultados del Segundo Muestreo Internacional y Quinto en Chile de Macrobasura en Playas de Arena, coordinado por el programa de ciencia participativa Científicos de la Basura de la Universidad Católica del Norte. Se trata del mayor diagnóstico participativo sobre contaminación por basura en la región.
Los resultados de la investigación derivaron del trabajo de más de mil voluntarias y voluntarios que durante 2024 recorrieron 179 playas de diez países latinoamericanos: Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y México, incluyendo las islas oceánicas de Rapa Nui y el Archipiélago de Galápagos.
Las playas de Perú se ubicaron como las más contaminadas del estudio, seguidas por el norte de Chile, Colombia y Rapa Nui. Mientras que, las playas más limpias se registraron en Costa Rica, Panamá, el Archipiélago de Galápagos y México.
A nivel latinoamericano, la abundancia promedio de basura disminuyó de 1,2 unidades/m2 a 0,7 unidades/m2 entre 2021 y 2024. Sin embargo, la contaminación sigue presente en prácticamente toda la región.

Josefa Araya Campano, investigadora de Científicos de la Basura y autora del informe de resultados del muestreo comentó que si bien, se observó una disminución significativa en la abundancia de basura en comparación con el I Muestreo Internacional de 2021 y con estudios previos en Chile, la contaminación por basura persiste, afectando tanto a ecosistemas como a las comunidades costeras.
“Los resultados muestran avances, pero no podemos bajar los brazos. La basura sigue siendo parte del paisaje en casi todas las playas y enfrentarlo requiere un compromiso”, comentó.
Con ello, indicó que este “es un problema que nos involucra a todos y que sólo podremos abordar de manera efectiva si trabajamos colectivamente, desde los gobiernos y las empresas, hasta las comunidades y cada persona que disfruta y habita los territorios costeros”.
En todas las playas estudiadas, los plásticos se mantienen como el principal tipo de basura, representando un 69% del total de basura recolectada, seguidos por la categoría “otros” (9%) y las colillas de cigarro (8%).
Además, el informe destaca que la mayor parte de la basura se acumuló en la parte superior de las playas, lejos de la línea del agua, lo que refuerza su origen mayoritariamente local, asociado a actividades humanas como el turismo, el comercio, la pesca y la acuicultura.
CHILE: AVANCES Y DESAFÍOS
En Chile se monitorearon 60 playas a lo largo de 14 regiones, con la participación de más de 500 personas. Los resultados del 2024 muestran una disminución en la abundancia de basura en comparación a los años 2008, 2012, 2016, aunque los niveles se mantienen similares a los observados en 2020.

Antofagasta sigue siendo la región con mayor abundancia de basura, pese a haber experimentado una disminución respecto a años anteriores. Esta reducción podría estar asociada a los esfuerzos de limpieza impulsado por el municipio y organizaciones comunitarias, así como campañas de concientización ciudadana desarrolladas en la zona.
Nicolás Ramírez González, cofundador de la empresa Ciclonetado de Antofagasta, explicó que la Municipalidad de Antofagasta “pasó de hacer limpiezas esporádicas a instalar programas permanentes. Incluso, en 2024, llegaron nuevas máquinas que ahora recorren nuestras playas, apoyando la enorme labor que antes solo descansaba en manos de voluntarios”.
En cuanto a los tipos de basura, el plástico sigue estando presente, representando un 61% del total, seguido por las colillas de cigarro (18%) y vidrio (7%). En la isla de Rapa Nui, la concentración de plásticos alcanzó un 92%, fenómeno que podría estar asociado a las corrientes marinas. Al igual que Latinoamérica, la mayor acumulación de basura se registró en el límite superior de las playas, lo que nuevamente podría indicar un origen local.
RAPA NUI Y GALÁPAGOS
Sobre las islas oceánicas de Rapa Nui y el Archipiélago de Galápagos, el informe destacó que presentaron una realidad diferente respecto a la contaminación por basura marina y apuntan a que requiere ser analizada con especial atención.
“Si bien ambas comunidades han demostrado un alto nivel de compromiso y conciencia en la protección de sus territorios, las características oceanográficas de estas islas las convierten en puntos de acumulación de basura provenientes de fuentes lejanas”, precisan desde Científicos de la Basura.

Con ello, explicaron que cuando se habla de basura de origen local hacen referencia principalmente a la basura generada por personas que habitan o visitan un territorio, y que se acumulan en la parte superior de las playas, lejos de la línea de marea. Sin embargo, en islas remotas como Rapa Nui o Galápagos, “esta interpretación debe realizarse con cautela, ya que la influencia de las corrientes marinas y los fuertes vientos pueden transportar y depositar basura de origen distante en esos mismos sectores”.
En específico, en Rapa Nui la abundancia de basura aumentó de 0,5 unidades/m² en 2021 a 1,0 unidades/m² en 2024. “Esta acumulación puede explicarse por factores ambientales, la actividad turística y, principalmente, la llegada de basura asociada a las pesquerías de alta mar que operan en el Pacífico Sur, con contribuciones menores provenientes de Chile y Perú”, acotaron.
Y en el caso del Archipiélago de Galápagos, los niveles de macrobasura fueron bajos, aunque la presencia de microplásticos en otros estudios indica que este ecosistema remoto también enfrenta impactos de la contaminación marina global.
ACCIÓN COMUNITARIA
El programa recalcó que uno de los aspectos “más destacados y novedosos” del estudio fue la implementación de 38 Planes de Acción para Mitigar y/o Prevenir (PDMP) la basura marina, desarrollados por los equipos locales en distintos países, las que fueron el resultado directo del análisis y reflexión que cada comunidad realizó, a partir de los datos recolectados de sus propias playas.

Al respecto, Nelson Vásquez Farreaut, director del programa Científicos de la Basura, precisó que gracias al levantamiento de información local y al diagnóstico participativo, cada equipo pudo identificar las principales fuentes de contaminación y, en base a ese conocimiento, diseñaron e implementaron planes de acción enfocados en sus necesidades específicas. Estas iniciativas incluyeron actividades artísticas y educativas, ferias científicas, instalación de señaléticas, colilleros y limpiezas, demostrando cómo la ciencia participativa puede ser un motor de cambio en los territorios locales.
“Este estudio refleja el enorme trabajo colaborativo que miles de personas, de todas las edades, llevan a cabo en Latinoamérica para monitorear y dar a conocer el estado de contaminación de las playas; y en base a sus experiencias, resultados y realidades locales pueden además llevar a cabo acciones de prevención y mitigación de la contaminación”, aseguró.
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