Investigador en Cultura Popular y Deporte: “Es un mito que los hombres practican fútbol antes que las mujeres”
Por J. A. Z.
Como un acontecimiento “histórico” fue catalogada la clasificación de la selección nacional femenina de fútbol chilena a la Copa Mundial Francia 2019. El torneo se inició un viernes 7 de junio, pero a diferencia de los mundiales masculinos, en Chile solo se transmitieron algunos de los partidos.
Visibilidad, problemáticas particulares y desarrollo histórico, son las preguntas que surgen durante este proceso y que fueron abordadas por el Doctor © en Sociología, Camilo Améstica, quien se ha especializado durante su carrera en la investigación de la Cultura Popular y el Deporte.
El experto analizó la realidad del fútbol femenino y la presencia que ha tenido a lo largo de la historia, profundizando en su organización a principios del siglo XX y las barreras institucionales que habrían limitado su desarrollo.
¿Qué dice la teoría del fútbol en cuanto a los deportes practicados por mujeres?
A pesar de lo limitado de los trabajos respecto del fútbol femenino en ciencias sociales, existen algunas iniciativas de suma importancia que en los últimos años han sido capaces de poner en perspectiva histórica el desarrollo de la práctica deportiva en la región latinoamericana y en Chile. Lugar especial tienen allí los trabajos de la profesora Brenda Elsey, quien en sus investigaciones ha mostrado cómo muchas de las limitaciones que el desarrollo del fútbol femenino enfrenta hoy han sido producto de una resistencia activa de parte de la institucionalidad encargada de su gestión.
¿Elsey habla de juicios o concepciones que se presenten de forma mayoritaria para describir a las mujeres en el fútbol?
En sus trabajos, ha mostrado cómo ya a principios del Siglo XX, el fútbol femenino tenía un importante desarrollo en cuanto a práctica y nivel organizativo, no obstante, se encontrará con resistencias producto de la ligazón estrecha que el deporte va a tener con los procesos políticos, lo que derivará en barreras institucionales que lo limitarán casi hasta su desaparición.
¿Cuáles fueron esas limitaciones?
Están los curriculums escolares, donde se creará una división de actividades por sexo, que orientarán la actividad física femenina hacia actividades ligadas a la tonificación física, estableciendo lo “poco femenino” de la musculatura deportiva. Por tanto, es un mito que la práctica del fútbol femenino es reciente, tiene antecedentes contemporáneos al inicio del deporte organizado en Chile hacia principios del siglo XX.
Qué pasa a nivel de la hinchada. Con las “barras bravas”, que se suelen pensar como algo propiamente “masculino”.
Existe una lectura tradicional que se ha mantenido inalterada sobre las hinchadas de fútbol que se basa, entre otros, en construir al fenómeno como uno asociado directamente a las prácticas agresivas o violentas hacia las personas, cosas, y el orden público.
Estas visiones han generado que se saque del foco de atención las prácticas culturales de estos grupos que sobrepasan con creces las acciones violentas o ligadas a ejercicios físicos agresivos, de modo tal que se ha visibilizado el espacio de las hinchadas como uno exclusivamente masculino.
Entonces, ¿Dónde estaría la participación de las mujeres?
La investigación muestra que la participación femenina dentro de la cultura de las hinchadas en Chile tiene antecedentes desde su formación y no se encuentran necesariamente ligadas a la violencia o disrupción del orden público. Las mujeres participan de las hinchadas y de la afición deportiva, no es un espacio que niegue su participación, y muchas de las barreras que existen son producto de que se ha tratado de construir las hinchadas como grupos compuestos por delincuentes. Por tanto, no es tan cierto que las hinchadas sean solamente espacios masculinos, sino que su consideración política como tales es lo que ha hecho que se invisibilice la presencia femenina que ha existido y existe.
EL RESTO DEL MUNDO
Qué pasa a nivel internacional. Se pueden establecer relaciones con las miradas de otros países a cómo se ve en Chile o en América Latina. Por ejemplo, en los equipos de Europa.
El proceso de reconocimiento de la práctica profesional del fútbol femenino se muestra más avanzado, pero no tanto, en Brasil y Argentina, donde las jugadoras organizadas han sido capaces de que se reconozcan ciertos derechos laborales y deportivos para su práctica. Sin el apoyo de las asociaciones y Estados la situación no mejorará demasiado.
A nivel de visibilización, prácticamente no se ha visto nada en la TV sobre el mundial femenino…
Como explica Elsey, siempre se dice que el fútbol femenino tiene que venderse y generar su propio mercado, no obstante, no se considera que el fútbol masculino ha sido históricamente subvencionado por el Estado, directamente (a través de asignación de recursos, fondos deportivos) o indirectamente (construcción de estadios y disposición de ellos, currículums escolares que se enfocan en la tonificación femenina versus actividad de fuerza en hombres). Por tanto, también es irreal que el fútbol masculino haya constituido por si solo su audiencia y mercado, siempre se encontró ligado a las acciones de apoyo por parte de los Estados.